jueves, 16 de mayo de 2013

A escasos metros de mi casa

Desde que nací vivo en el barrio de Canido, el barrio más alto de todo Ferrol. Todo aquí tiene su encanto propio, desprende felicidad y vida,como en la zona de las Meninas, donde todas las casas están pintadas por diferentes artistas con una interepretación libre sobre el famoso cuadro de Velazquez. 
                                                                            




Aunque ahora todo vaya con calma, antiguamente fue un lugar clave de los fusilamientos ocasionados entre 1936 y 1939. Constaron de 566 ejecuciones, de las cuales 345 fueron consideradas irregulares sin juicio previo y 221 a través de juicios sumarísimos. 
El cementerio que existía antiguamente aquí era la causa de que se eligiera este lugar, enterrando los cadáveres en fosas comunes. Entre todos los muertos se pueden destacar personas como el 
almirante Antonio Azarola y Gresillón o el capitán de navío Sánchez Ferragut.





 La iglesia aquí situada (grabada para el corto) era antiguamente la capilla de dicho cementerio y, cuando fue clausurada, todos los cuerpos no reclamados por sus familiares fueron enterrados debajo de la estructura.  
Buscando información, un comentario de una mujer me dejó sorprendida. En unas obras en el instituto la Filial afirmó haber presenciado cómo sacaban los huesos de aquellas víctimas.

Aquí dejo un vídeo donde intento plasmar la desesperación, así como la pasividad de la iglesia y otras instituciones ante semejante atrocidad. 


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